En este juego, se combinan dos deportes muy conocidos: el fútbol y el rugby. El balón es de rugby, pero la lógica es similar a la del fútbol: marcar gol en la portería rival. Sin embargo, aquí no se golpea el balón con el pie, sino que se avanza con pases de mano o corriendo con él, sin poder lanzarlo hacia adelante tipo rugby —solo de lado o hacia atrás—.

Se juega en equipos, y para marcar un gol, hay que pisar una zona cercana a la portería antes de lanzar. No se permite contacto físico fuerte, y si hay pérdida, el balón pasa al otro equipo.

Entre las variantes, se puede añadir que solo se pueda correr con el balón durante 3 segundos, que haya zonas seguras donde no se pueda robar, o limitar el número de pases antes de lanzar.

Es ideal para fomentar el juego colectivo, la toma de decisiones rápidas y el respeto por las normas. Consejo clave: moverse sin balón es tan importante como tenerlo. Jugar en equipo marca la diferencia.